lunes, 14 de enero de 2013

Vamos a pintar de blanco la pared blanca, dijo el Ministro




Hace un par de meses que viene resonando en el espacio político la renacionalización de los ferrocarriles. Bien, sería interesante que informaran a los funcionarios, periodistas, políticos y gremialistas que los ferrocarriles son todos del Estado desde 1948.

En este momento, en cuanto a rieles, solo existen como no nacionales el tren de trocha económica del yacimiento Río Turbio, que es provincial, y los subtes con el tranvía a Lugano de la Ciudad de Buenos Aires. El resto, salvo las trazas, terrenos y estaciones que el Gobierno está vendiendo como "tierras ociosas para el ferrocarril", es 100% nacional.


Quizá se confundan porque tienen demasiadas obligaciones, en que hay explotaciones que son realizadas por privados, entendiendo la explotación como la operación, la comercialización y un poquito de mantenimiento, es decir, lo esencial para que genere caja (ingresos), pues de los egresos se encarga el Estado Nacional.

Entonces acá podemos comenzar a hablar de trenes, pues ya entendemos que LA TOTALIDAD DE LAS INSTALACIONES Y BIENES SON DEL ESTADO. Los trenes del Gran Buenos Aires, que no son EL PAÍS, están operados dos por dos concesionarios, el Belgrano Norte con Ferrovías con Emepa de Romero y el Urquiza con Metrovías de Benito Roggio. A su vez, esos dos señores GERENCIAN por cuenta y orden del Estado Nacional (Y sin licitación ni concurso de precios que se haya conocido), gerencian las ex concesiones de las cuales los contratistas huyeron, perdón, digo que se tuvieron que ir porque el Gobierno los hechó.

En cuanto a trenes de larga distancia, también hay gerenciadores de servicios como Ferrocentral de Emepa y NCA (Deheza), y FEPSA (Techint), no habiendo ningún concesionario que hubiera ganado una licitación o concurso.

El resto, son concesiones de carga y concesiones provinciales con o sin gerenciamiento privado (Tren a las Nubes, Tren Patagónico, Ferrobaires). Solo bastaría sumar la explotación directa del Estado Nacional de los trenes de el Chaco (Sofse), la extraña concesión de Tren de la Costa, el Metrotranvía de Mendoza (Provincial), y los servicios de la trochita, parte de Río Negro (Tren Patagónico), y chubut.

Salvo algún olvido, no hay nada más que eso y, como vemos, son todos de propiedad nacional (Excepto el de la Mina de Río Turbio, como ya expliqué).

En cuanto a lo legal, lo administrativo, el gobierno de desintegración nacional de 1989 a 1999, puso en emergencia la economía (Justificando hasta el día de hoy cualquier decisión administrativa sin pasar por el Congreso), y habilitó, junto a la Ley de Reforma del Estado y el Decreto de aniquilación del ferrocarril (666/89), el reino del cualquiercosismo-estará-bien en materia ferroviaria, pero jamás lo privatizó.

La Emrpesa del Estado Ferrocarriles Argentinos fue liquidada, pero su patrimonio no fue vendido a empresa alguna, salvo los fondos de los terrenos de Palermo chico a ilustres vecinos de la vía San Martín - Retiro Mitre que se quedaron con una vía junto a la piscina, y algunso negocios inmobiliarios más, junto a lagunas entregas de terrenos a municipios. 

Pero fue en éste mismo gobierno, que luego de una batalla campal en la estación Constitución, concretó la Ley de la ADIF SE y la SOF SE, devolviendo al Estado Nacional la herramienta de la Empresa Ferroviaria.

No entiendo dos cosas a partir de aquí, porque quieren nacionalizar lo que ya está nacionalizado por Perón en 1948 y, si tanto dicen defender el ferrocarril, porqué cedieron a la Administración de Bienes del Estado el patrimonio inmobiliario de los ferrocarriles, donde es más importante instalar un barrio de viviendas sociales junto a las vías para que el tren después les moleste o para negocios inmobiliarios, donde de las cinco playas que quedaban en Buenos Aires solo queda, y amenazada una sola. Que yo sepa, eso no es muy en favor del ferrocarril.



Enero 14 de 2013 - Jorge de Mendonça - Ingeniero White - Buenos Aires 

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